Empresas de Estados Unidos, Europa y Asia presentaron hasta el lunes, cuando concluyó el plazo, seis propuestas para un sistema de transportación masiva en el Valle de Los Chillos, entre el cantón Rumiñahui y Quito. Se trata de ofertas técnicas y económicas con garantía de financiamiento. En una primera fase se discutió la vialidad financiera y hasta ahora el Gobierno Provincial no ha desembolsado dinero, en una metodología que podría aplicarse en ciudades que buscan nuevas alternativas como Guayaquil. Aunque sus impulsores son cautos y creen que el éxito se determinará al final del proceso. "Empresas con sede en España, Estados Unidos, China y Malasia han ratificado su interés en seguir adelante", informó Darwin Jijón, director de Gestión de Proyectos Especiales de la Prefectura de Pichincha. Aunque estaban abiertos a medios de transporte a nivel del suelo y subterráneo, la prioridad conceptual para la Prefectura y los municipios de Mejía y Rumiñahui es la aérea porque evita expropiaciones. Dentro de las opciones elevadas estaban el monorriel, el aerobús e incluso el tren de levitación magnética. "La firma del aerobús sostuvo que estarían un 30% por debajo de las otras alternativas elevadas", dijo con anterioridad Jijón. Ayer, una comisión técnica abrió los sobres con las propuestas, y aspiran a emitir esta semana una recomendación a las autoridades, que decidirán si llaman a un concurso internacional. Los aerobuses se ajustan mejor a largos tramos sobre avenidas, sin curvas cerradas, según las propuestas de ANS Company para la carrera 80 de Medellín y la séptima de Bogotá. "Son ideales para tramos largos, con curvas cuyos radios sean relativamente amplios y promedien los 36 metros", indicó Álvaro Sanabria, presidente de la firma colombiana, que tiene respaldo de estatales chinas y venden monorrieles en consorcio con Bombardier. "Nuestra filosofía es la de transporte con bienestar y dignidad para el usuario. Un 10% de pasajeros van de pie". Como aviones colgados de una viga, los aerosuspendidos parecen impracticables pero Sanabria dice que están estructurando una entidad concesionaria y esperan en cinco meses poder comenzar a ejecutar la obra de 8.2 kilómetros para Medellín. "La inversión es particular, fondos financieros con bancos de segundo piso. Con el tarifario se estima que en tres años se paga todo el sistema". Por el carácter esbelto de la solución, que se construye sobre los separadores de las avenidas, el promedio mínimo de avance de obra son 120 metros diarios, hasta más de un kilómetro. El aerosuspendido cuesta 10 millones de dólares el kilómetro, seis veces menos de lo que costará el metro de Quito. Mientras que la línea de monorriel Ski Line está en 16 millones. En países como Alemania y Japón están más masificados sistemas como el monorriel, observa Sanabria. "Japón es productor de automóviles, no les interesa exportar la tecnología de transporte masivo, sino exportar autos".
Tomado de diario Expreso
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